Por: Veronica Marlen Puerta
La
vejez es una época en que se realiza una revisión de la vida y donde el proceso
psicológico de reminiscencia se produce por la aproximación a la muerte, por la
dificultad de sostener la propia invulnerabilidad o para el mantenimiento de la
autoestima frente a la declinación física e intelectual. Esto, además, se
relaciona con la continuidad en el tiempo, porque se trasmiten valores
correspondientes a su generación a través de los recuerdos de su historia
familiar, compensando insatisfacciones del presente, introduciéndose en el
mundo futuro.
Debemos
entender la vejez como un proceso lento y difuso, que implica en cada uno, además
del designio biológico, desarrollarse, modificarse y adaptarse permanente e
ininterrumpidamente a lo largo de toda la existencia.
Cambios que se presentan en
esta etapa de la vida:
Aspectos biológicos y fisiológicos
El
aspecto general refleja el envejecimiento, la silueta se pone pesada por la
gordura que predomina en ciertas regiones (vientre, caderas). La piel pierde su
hidratación y elasticidad, se arruga; las varicosidades se acusan, las venas
sobresalen, los cabellos se encanecen y se hacen escasos. A esto se le suman
las alteraciones autoperceptibles de las funciones oculares y auditivas, el
incremento de la fatigabilidad muscular y un cambio en la velocidad de
respuesta adaptativa a ciertos estímulos (por ejemplo, sexuales).
Los
cambios fisiológicos más importantes tienen que ver con los ritmos
fisiológicos, la capacidad homeostática del organismo y los mecanismos de
defensa contra infecciones.
Cambios Anatómicos
Estatura: En
general, crecemos hasta los 40 años y luego comenzamos a perder 1,25 mm. por
año (aproximadamente 5 cm. de pérdida a los 80 años). Esto se debe a la
compactación de los discos intervertebrales, aumento de la flexión de caderas y
rodillas y aplanamiento del arco del pie.
Piel: La
dermis se adelgaza y baja la irrigación. Disminuye la elasticidad y aumenta la
laxitud, lo que hace más profundas las líneas de expresión (arrugas). Disminuye
la velocidad de crecimiento de uñas y pelo y aparecen las canas, que reflejan
pérdida de función de los melanocitos. Aparece vello facial en mujeres y el
vello nasal en hombres.
Músculo esqueleto: A
los 80 años hay una pérdida de hasta 40% de masa muscular y los tendones se
rigidizan. El aumento de velocidad de reabsorción ósea produce osteoporosis,
más marcada en mujeres.
Sistema nervioso: El
peso del encéfalo disminuye por una pérdida selectiva de neuronas (neuronas
corticales, cerebelosas e hipocampo).
Visión: Los
tejidos peri orbitales se atrofian, produciendo la caída del parpado superior y
eversión del parpado inferior. El iris se hace más rígido, la pupila más
pequeña y la lente se colorea amarillo por la oxidación de triptófano.
Audición: Atrofia
del canal auditivo externo con cerumen más denso y pegajoso. El tímpano se
engruesa y la cadena de huesecillos se altera en sus articulaciones. Hay
disminución de células de Corti y neuronas cocleares.
Cardiovascular: Hay
un leve aumento de tamaño de la aurícula izquierda. La acumulación de tejido
conectivo sub endotelial produce vasos más rígidos e irregulares. La aorta se
dilata.
Respiratorio: Hay
disminución de la superficie alveolar. La calcificación de las articulaciones
costos-esternales rigidiza el tórax, lo cual, junto con disminución de la
musculatura intercostal, produce menos eficiencia respiratoria.
Gastro intestinal: Las
encías se atrofian y se expone el cemento de los dientes, apareciendo caries y
pérdida de piezas. Los cambios musculares del esófago alteran la deglución, y
hay más reflujo de contenido gástrico hacia el esófago.
Renal: Se
pierden nefrones de la corteza renal con caída de la función de hasta un 30% a
los 80 años.
Sistema reproductivo
Femenino: Disminución
progresiva de oocitos, el ovario se fibrosa y se atrofia, lo que disminuye la
producción de estrógeno y progesterona. Estos cambios hormonales atrofian el
útero y la vagina e involucionan el tejido mamario.
Masculino: La
próstata aumenta el estroma fibro-muscular y comprime la uretra. La vejiga
responde con hipertrofia de la musculatura de la pared.
Cambios
psicológicos
Durante la vejez acontecen
una serie de factores interrelacionados que tienen una importante incidencia en
los cambios psicológicos durante el envejecimiento:
Modificaciones anatómicas y
funcionales en el sistema nervioso y órganos de los sentidos.
Modificaciones en las
funciones cognitivas.
Modificaciones en la
afectividad: pérdidas, motivaciones, personalidad.
Los cambios psicológicos
pueden estar sujetos a percepciones subjetivas tanto de la persona que los
manifiesta como de la persona que puede evaluarlos. Hay personas que viven con
seria preocupación el declive de algunas funciones y otras que no lo valoran adecuadamente.
En general con el envejecimiento existe un declive y un enlentecimiento de las
capacidades cognitivas, aunque existe una enorme variabilidad y depende de
numerosos factores (nivel educativo, dedicación laboral, actividad física, etc)
Si evaluamos las capacidades cognitivas por
separado en el envejecimiento podemos encontrar:
1) Procesado de la
información. Existe un enlentecimiento en general que puede ocasionar un
enlentecimiento también en la emisión de respuestas. Hay una serie de factores
que pueden afectar negativa al procesamiento de la información: estados de
ánimo negativos, ansiedad, preocupación ante las pérdidas que se detectan lo
que incrementa la ansiedad.
2) Inteligencia. Se
mantiene estable durante la etapa de la vejez aunque suele aparecer un
enlentecimiento y un aumento del tiempo de respuesta frente a un problema. Este
enlentecimiento puede manifestarse como fatiga intelectual, pérdida de interés,
dificultades en la concentración. No obstante los cambios significativos en la
inteligencia se apreciarían a partir de los 70 años. Existen dos tipos de
inteligencia: la fluida y la cristalizada.
Inteligencia cristalizada.
Esta no se modifica con el paso de los años.
Está relacionada con los conocimientos adquiridos previamente.
Inteligencia fluida. Se
ocupa de procesar la nueva información y adquirir nuevos conocimientos. Puede
verse disminuida sobre todo en tareas que impliquen concentración, rapidez,
atención y pensamiento inductivo
3) Memoria. La memoria
inmediata se mantiene relativamente bien preservada. La memoria a largo plazo
se mantiene conservada. Es la memoria reciente la que empieza mostrar déficits,
con dificultad de la persona para recordar hechos muy recientes. Estos pequeños
olvidos cotidianos suelen ser el signo más característico de los cambios
psíquicos en el mayor.
4) Lenguaje. La capacidad
de lenguaje se mantiene. La forma (sintaxis) no se altera y el proceso
comunicativo se mantiene razonablemente bien, aunque puede estar enlentecido.
5) Afectividad emocional.
La vejez está marcada por las pérdidas (familiares, laborales, sociales,
físicas, etc). La afectividad depende de la personalidad del propio individuo y
de su capacidad para enfrentarse a los cambios y pérdidas.
Cambios sociológicos:
Los
adultos mayores son discriminados en nuestra sociedad por su edad. A esto se
llama viejismo que es el conjunto de prejuicios, estereotipos y
discriminaciones que se aplican a los adultos mayores en función de su edad.
Los
cambios sociológicos afectan a toda el área social de la persona: su entorno
cercano, su familia, su comunidad y la sociedad en general. Hay cambios en el
rol individual como individuo y como integrante y de una familia, y hay cambios
en el rol social (laborales y dentro de una comunidad).
1)
Cambios en el rol individual. Dependerá de la capacidad y de la personalidad
del individuo para afrontar los cambios de rol que le tocará vivir (como
abuel@, al perder a su pareja, al tener que abandonar su hogar, etc). Por otro
lado con el avance de los años surgen problemas de fragilidad, dependencia y
enfermedad que condicionan a la familia y al mayor en el cambio de roles de
cuidado.
2)
Cambios en el rol social. La jubilación que veremos más adelante es un cambio
importante por todas las repercusiones que tiene. Por otro lado las redes
sociales y las relaciones pueden verse mermadas, aumenta la distancia
intergeneracional. En este caso también aparecen los prejuicios y mitos
relacionados con la vejez que cada sociedad pudiera tener.
La jubilación
Tras
este retiro forzoso, cada anciano debe buscar que hacer, debe crearse una
rutina compuesta de tareas que pueden llegar a ser más o menos valiosas para
él, pero sin tener ninguna garantía de que ellas serán reconocidas socialmente.
La dificultad para llevar esto a cabo produce en aquellos que no puedan
realizarlo, resignarse al estrecho mundo de las cuatro paredes del hogar, donde
vive sin transcurrir anhelos, sin entusiasmos, sin horizontes.
Las
principales consecuencias que tiene la jubilación son: pasar de un estado de
actividad laboral a un estado de inactividad, pérdida de capacidad adquisitiva
en muchos casos, pérdida de contactos sociales y aumento del tiempo libre.
Las
repercusiones que puede tener sobre la salud serían las siguientes: estados de
ansiedad, estados de depresión, labilidad emocional, trastornos del sueño,
dificultad para relacionarse, etc. Numerosos estudios han demostrado que la
pérdida de actividad de la jubilación sino es reemplazad puede dar lugar a un
declive en las funciones cognitivas.
La jubilación femenina
La
incorporación de la mujer al mundo laboral supuso una revolución social con
importantes consecuencias en el desarrollo de la familia, las tasas de
natalidad y las pautas de crianza, la independencia económica de la mujer, etc.
Cabe
destacar que la mujer que se jubila lo hace en condiciones diferentes al
hombre, al menos actualmente. La mujer se jubila de una actividad remunerada
muchas veces realizada fuera del hogar. Pero sigue realizando las tareas
domésticas y en muchos casos sigue siendo la cuidadora principal de su marido,
de los nietos o de cualquier persona enerva de su entorno.
Cambios en la estructura
familiar
Los
cambios en la estructura vienen dados en parte por los cambios sociales que
acontecen durante el proceso de envejecimiento.
Las
pérdidas y cambios de rol suponen para la persona adaptarse a las nuevas
situaciones. Los hijos se van del hogar, llegan los nietos que en muchos casos
pasan a ser cuidados por los abuelos, puede morir uno de los cónyuges dando
lugar a viudedad, etc.
Estos
cambios pueden ser beneficioso en algunas ocasiones (el cuidado de los nietos)
o negativos (pérdida de valor dentro de la familia, viudedad y soledad, etc).
En
ocasiones lo más destacado en la persona mayor es su pérdida de poder o valor
dentro de la familia pasando a ser relegado por otros miembros como los hijos.
Esto puede verse reflejado en dos situaciones: cuando el mayor es autónomo e
independiente y los hijos pueden aconsejarle y cuando el mayor está enfermo y puede
ver mermada su independencia o su autonomía, pasando a depender de otros
miembros de su familia para su propio cuidado.
Dichosos los que me miran con simpatía.
Dichosos los que comprenden mi lento caminar.
Dichosos los que hablan en voz alta para minimizar mi sordera.
Dichosos los que estrechan con calor mis manos temblorosas.
Dichosos los que se interesan por mi lejana juventud.
Dichosos los que no se cansan de escuchar las historias que con
frecuencia repito.
Dichosos los que comprenden mi falta de cariño.
Dichosos los que me regalan parte de su tiempo.
Dichosos los que se acuerdan de mi soledad.
Dichosos los que me acompañan en el sufrimiento.
Dichosos los que alegran los últimos días de mi vida.
Dichosos los que me acompañan en el momento del paso.
Cuando entre en la vida sin fin me acordaré de ellos.
Dichosos los que comprenden mi lento caminar.
Dichosos los que hablan en voz alta para minimizar mi sordera.
Dichosos los que estrechan con calor mis manos temblorosas.
Dichosos los que se interesan por mi lejana juventud.
Dichosos los que no se cansan de escuchar las historias que con
frecuencia repito.
Dichosos los que comprenden mi falta de cariño.
Dichosos los que me regalan parte de su tiempo.
Dichosos los que se acuerdan de mi soledad.
Dichosos los que me acompañan en el sufrimiento.
Dichosos los que alegran los últimos días de mi vida.
Dichosos los que me acompañan en el momento del paso.
Cuando entre en la vida sin fin me acordaré de ellos.
Bibliografia
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